LIDERAZGO DE LA SABIDURIA
En
muchos pueblos y culturas de la antigüedad, el liderazgo que se aplicaba era el
liderazgo de la sabiduría, el liderazgo de la conciencia, el liderazgo del
amor. El pueblo sencillamente respetaba y amaba a sus ancianos, por su
liderazgo sabio, inteligente, creativo, equilibrado, amable, moderado,
productivo y siempre a favor del bien común, en perfecta armonía con la
naturaleza y con justicia en igualdad para todos.
Las
mayores aspiraciones de estos pueblos estaban relacionadas con los logros espirituales
y culturales, en equilibrio con la Madre Tierra, respetando el medio ambiente,
en paz y armonía sin distinción alguna.
¿Cuán
diferente es hoy el liderazgo en todas partes del mundo?
Hoy,
líder es el que grita más fuerte, el que miente más, el más arrogante, en fin, líder
en nuestros tiempos es aquel que expresa los anti valores que en la antigüedad
eran considerados inaceptables en el comportamiento humano.
Estamos
viviendo una época donde el amor, la unidad y la sabiduría son considerados
pasados de moda y lo único que cuenta es concretar los intereses personales,
cueste lo que cueste, sin importar si para lograrlo se pisotea al prójimo, o en
cambio, maltratando abusivamente a nuestra querida naturaleza sin importar los
daños fatales que se producen dentro de ella.
Lo
único que cuenta son los resultados económicos, políticos, partidarios, sin
tomar en cuenta el costo social, el sufrimiento de los demás, tanto en la
humanidad como con nuestra Madre Tierra.
¿Por
qué hemos llegado a estos extremos?
Todos
los integrantes de la humanidad se han contagiado con la terrible enfermedad
que es: EGOISMO, carencia de amor e ignorancia de la verdadera sabiduría, los líderes
espirituales, políticos, empresariales y sociales aquejan la misma enfermedad.
El
único remedio que existe para esta humanidad enferma es el de volver a cultivar
y practicar aquellos verdaderos valores que nuestros sabios liderers
practicaban. Debe gestarse un drástico cambio moral en nuestro planeta, en
especial en nuestros líderes y por consiguiente empezar a corregirse a sí
mismos ya que si uno quiere corregir a los demás debe comenzar por uno mismo,
si queremos sobrevivir, caso contrario estamos destinados a desaparecer como
humanidad.
Volvamos
a vivir en función de aquellos principios y enseñanzas sabias de esos
verdaderos líderes edificadores para poder VIVIR BIEN en armonía con uno mismo,
con la comunidad, con la Madre Naturaleza (Pachamama), vivir en paz, igualdad y
dignidad.